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¿Viajando al Pirineo central Francés?
Que hacer y que no hacer
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viaje al Pirineo central Español
En Agosto de 2011 mi esposa y yo hicimos un viaje a la zona central del Pirineo
Francés (ver mapa ). A nosotros no nos gustan los
viajes organizados y preferimos viajar a nuestro aire, porque pensamos que es la única
manera de entrar en contacto con el verdadero paÃs y sus gentes. Este modo de viajar es
mas duro y mas caro que otros, pero también mas agradable, relajante y te da un punto de
vista diferente de la cultura y forma de vivir.
De mi experiencia aquà tienes mis
consejos si planeas viajar por tu cuenta a esta zona. Ten presente que
esto no es una guÃa de viaje, ni pretende serlo. Son solo mis observaciones
sobre nuestro viaje. Quiero dejar
claro que este es MI PUNTO DE VISTA PERSONAL y que de ninguna manera es
mi intención el criticar a la gente o la cultura de los lugares mencionados. También
debes tener en cuenta que son mis observaciones del año 2011 . Las cosas
pueden haber variado (para bien o para mal) desde entonces.
Leyenda:___________________________________________________________________________________________________________
Excelente
/ Especialmente interesante
Muy
bueno / Muy interesante
Bueno / Interesante
Mediocre /
Poco interesante
Muy
malo / Nada interesante
Haz clic encima para fotos de la zona
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Debido a las restricciones de fechas de este año para viajar, debidas a
temas laborales y a la necesidad de viajar con nuestra perra Milena, y
después de haber buscado infructuosamente algún hotel decente en el norte de
España donde admitieran mascotas y esposas fumadoras (ardua e infructuosa experiencia), nos
planteamos como alternativa cercana el ir al sur de Francia, pero buscando
una zona donde las temperaturas fueran soportables en el mes de Agosto. La
alternativa elegida fue la vertiente Francesa de los pirineos, y en concreto
su zona central en las regiones de Alto Garona y Alto Pirineo .
El viaje empezó con una travesÃa diurna en el ferry "Fortuny"
de Trasmediterránea-Acciona desde Mallorca a Barcelona, donde hicimos noche
en casa de unos familiares, con la intención de al dÃa siguiente iniciar la
ruta en coche.
Asà que el primer dÃa lo pasamos en la carretera yendo de Barcelona a
la aldea de Gesset ,
en Sauveterre de Comminges
,
donde tenÃamos reservada una habitación en el Hotel Des 7 Molles ,
que nos servirÃa de punto de partida para realizar excursiones en coche por
la zona. El hotel esta situado en una zona rural, apartada del mundanal
ruido, y todo fueron facilidades para nuestra estancia y la de nuestra
perra. En su restaurante se pueden degustar platos de todo tipo,
incluyendo truchas que son pescadas de su vivero al encargar el plato (mas
fresco imposible). La ruta mas rápida desde Barcelona atraviesa la
frontera por Puigcerdá y luego pasa cerca de Toulouse, para finalmente
desviarse hacia el Oeste hacia la región de Comminges. A pesar que en total
no son mas de 500 Km. de ruta nos llevó todo el dÃa alcanzar nuestro
destino, debido a que las carreteras pirenaicas no siempre permiten circular
a buena velocidad, especialmente las francesas, en este recorrido en
concreto.
El primer dÃa decimos no alejarnos demasiado del hotel, y fuimos a la
población galo-romana de Saint Lizier
,
que prometÃa con sus múltiples monumentos y edificios ser algo realmente
espectacular, pero que en realidad nos decepcionó bastante. Para mi lo único
realmente interesante fue el claustro anexo a la catedral. Después de un
breve paseo y puesto que se acercaba la hora de comer (en Francia los
restaurantes suelen cerrar a la 13:30) nos fuimos hacia la cercana población
de Saint Girons
,
donde el rÃo que la atraviesa proporciona bonitas estampas, y donde pudimos
empezar a constatar que en Francia una caña de cerveza puede costar el doble
de lo que cuesta en España. Afortunadamente los precios de la comida están
mas o menos al mismo nivel.
Después de comer, para completar el dÃa nos fuimos a la cueva de Mas
d'Azil
,
de la que tenia buenas referencias. La cavidad principal de la cueva es
realmente espectacular por sus dimensiones (de hecho la atraviesa un rÃo y
una carretera de dos carriles) y vale realmente la pena verla. Aparte de esa
parte publica, también hay una visita guiada
a algunas de las cámaras donde desde la prehistoria ha habido asentamientos
humanos. Desgraciadamente estas cámaras han sido recientemente
"decoradas" por alguna mente pensante que ha querido aunar un supuesto arte
contemporáneo con la majestuosidad de la cueva, mediante la instalación de
gigantescas cadenas de hierro colgando de las paredes a modo de cascadas o
la distribución de ridÃculas figuras de animales de plástico pintado por
toda la cueva. Prefiero no hablar siquiera de los esperpénticos
efectos audiovisuales que se proyectan en las paredes, ni de los patéticos
efectos sonoros que te obligan a escuchar durante la larga (1 hora) y
aburrida visita guiada. En resumen, que ver la cueva principal,
atravesarla a pie, ver las cascadas a su salida, SI, pero salvo masoquistas
mejor abstenerse de la visita guiada.
Al dÃa siguiente cogimos la autopista que en poco mas de una hora nos
llevó a Lourdes
,
donde en solitario visité brevemente el santuario (perros y fumadores
prohibidos, incluso en los alrededores) y llené las obligatorias botellitas
con la milagrosa agua, como recuerdo para la familia. El santuario y
sus alrededores realmente valen la pena, pero lo que realmente me sorprendió
fue comprobar hasta que punto unas cuantas curaciones (solo 67 reconocidas
oficialmente por la iglesia, en toda la historia) pueden generan todo un
mundo a su alrededor (una ciudad, negocios, hoteles, hasta un aeropuerto
propio....), y que incluso en pleno siglo XXI haya largas filas de gente en
silla de ruedas poniendo su esperanza en lo intangible. Algo para
reflexionar, sin duda.
Después de las religiosas compras de recuerdos en las innumerables
tiendas, volvimos hacia el hotel por carreteras secundarias siguiendo las
instrucciones de Marlene (la voz de mi sumiso GPS). Hay que decir que
en toda la región de los pirineos centrales Franceses hay una muy buena
red de carreteras secundarias , aunque a la hora de hacer desplazamientos
largos hay que tener en cuenta que no es posible circular a mucha
velocidad , debido a que constantemente cruzan pequeños pueblos, donde la
velocidad esta limitada a 50 Km/h e incluso en muchos casos 30 Km/h, y
también a que las carreteras son un constante sucesión de curvas.
A la mañana siguiente partimos en dirección sur hacia el pueblo balneario
de Bagnères de Luchon
,
donde nos sorprendió una copiosa lluvia, que solo nos permitió entrever el
bonito pueblo. En vista de que la lluvia no cesaba decidimos buscar
mejor tiempo cambiando de valle y atravesando el Col d'Azet
bajamos hacia Azet donde nos detuvimos a comer una Cassoulet ,
guisado tÃpico de judÃas y carne, para luego dirigirnos a la reserva natural
de Néouvielle
,
y hacer una breve aunque impactante visita a los lagos Lac d'Odeon y
Lac de Cap de Long . Mientras visitamos este último se inicio una
nueva tormenta y tuvimos que iniciar el regreso al hotel, haciendo una
parada en Saint Lary
para realizar unas compras de ultima hora.
La jornada siguiente fuimos directamente a la ciudad de Toulouse
,
a unos 150 Km. por autopista, ya que yo no la conocÃa y mi esposa tenia un
vago recuerdo de ella de su infancia. La verdad es que fue un
desplazamiento que valió la pena, ya que el centro histórico de la ciudad,
que se extiende alrededor de la bonita plaza del Coliseo (actual
ayuntamiento) es realmente una joya con su amplia zona peatonal, y el paseo
por la orilla del rÃo Garona algo que no debe dejarse de hacer.
Después de un dÃa de visita urbana, para compensar, nos fuimos hacia la
parte mas elevada de nuestro viaje, primero parando en el decepcionante
pueblo balneario de Bagnères de Bigorre
,
iniciando luego la ascensión hacia el famoso Col du Tourmalet
,
que nos recibió con una densa franja de nubes a sus 2115 m de altura.
Bajando por la otra vertiente, continuamente esquivando ciclistas y algún
que otro loco del volante, llegamos a Luz Saint Sauveur
.
Me hubiera gustado dedicar mas tiempo a visitar esta zona, especialmente el
famoso circo de Gavarnié , pero estábamos muy lejos del hotel, asà que
esta interesante región quedará en la agenda para otro futuro viaje.
El ultimo dÃa de estancia lo dedicamos a visitar la cercana y preciosa
villa de Saint Bertrand de Comminges
,
que domina la zona con su impactante catedral en lo alto de una colina.
Después de comer, ya de vuelta al hotel, hicimos una breve parada en
Saint Just de Vallcabrere
y aun quedo tiempo suficiente para hacer una pequeña excursión a pié por un
sendero que atraviesa el bosque yendo desde Barbazan hasta
Sauveterre de Comminges y luego terminar subiendo a la Chapelle Notre
Dame de Barry, desde donde se tiene una excelente panorámica de la
región .
HabÃa llegado la hora de partir de vuelta hacia Barcelona, programé una
ruta alternativa hacia Puigcerdá en el GPS para no volver por la misma que
la de ida, hicimos una breve parada en Foix
para comer (su castillo es absolutamente precioso) y por la tarde llegamos a
Barcelona, donde hicimos noche para coger el ferry "Zurbarán"
de Mediterránea-Acciona, que es poco mas que un viejo carguero con una
pequeña zona de butacas para el pasaje y sin la mas básica infraestructura
para transportar mascotas (tienen que estar en jaulas oxidadas situadas al
fondo del garaje de vehÃculos). Lo único bueno de la travesÃa fue la llegada
a Mallorca con la puesta de sol
.
Haz clic en los enlaces del siguiente
mapa para ver algunas fotos de la zona en mi álbum de fotos.